La profesional afirmó que “en esta época y durante todo el año, es recomendable alimentarse de forma variada incluyendo verduras y frutas de estación, incorporándolas en nuestras comidas habituales”.
En el caso de las verduras, Salgado explicó: “No solamente se pueden consumir en ensaladas, sino también en guisos o sopas, comidas que contienen hidratos de carbono y grasas pero poco aporte de fibra. Entonces pueden hacerse más saludables con más verduras y más legumbres y menos cantidad de fideos o arroz”.
La nutricionista enfatizó que “una forma de incorporar verduras de estación en los almuerzos y las cenas es comer siempre una taza o plato de sopa de verduras antes de la comida principal, con poca sal y si se prefiere con un puñado de fideos o arroz. Además, cuando se está apurado para cocinar, se le puede agregar un trozo de queso cremoso y una fruta de postre y se tiene una comida completa con aporte de proteínas, hidratos y vitaminas”.
Salgado afirmó que otro punto a tener en cuenta “es que las frutas más abundantes en otoño e invierno son los cítricos, entonces una forma de aprovechar tanto sus fibras como su aporte de vitamina C es consumirlas enteras como postre o colación; otra opción es tomar un vaso de jugo por la mañana o utilizarlos como aderezo en el caso del limón para nuestras comidas. Además, sería ideal aumentar el consumo de carnes blancas, sobre todo pescado que aporta además de proteínas, ácidos grasos en preparaciones que no sean fritas”.
“Como recomendación final hay que aclarar que a pesar de ser una época más fría, necesitamos hidratarnos, ya que el cuerpo tarda más que en el verano en consumir sus reservas, pero por otro lado estamos continuamente expuestos a los ambientes calefaccionados que nos hacen perder agua, entonces es importante tener una botellita de agua a mano siempre, además de las infusiones calientes que a veces consumimos más”, finalizó la profesional.